Virginia lee en voz alta.
(lee sobre los temas de la calle:
cosas que dicen los individuos
en los cafés de Nueva Córdoba
en alguna mesita en la cañada o de Fructuoso Rivera).
Observaba desde su piso once
el amontonamiento anaranjado.
El aire giraba, se lo escuchaba
sobre las terrazas
empujaba las ventanas.
Ella Interrumpió su lectura
echó agua al jazmín del balcón,
a las verbenas, a la violeta de
los Alpes.
Desde allí observaba Virginia
la silueta celeste de las sierras
cordobesas.
A gusto regresó a su ejercicio
individual.
A su lectura en voz alta.