Amanece
El cielo se parece al cielo.
Desde el balcón del piso once,
o desde las calles muertas
de la incesante ciudad.
La suciedad es brutal.
Los rayos de luz iluminan el
inacabable
combate de los árboles con el
cemento.
Amanece en la plaza. Amanece en
los comercios.
Amanece en el mercado.
Amanece con un sol de dos
rostros.
Quizás huele a membrillo,
o a humedad.
Quizás la ciudad ablanda veredas,
y cobija a su gente.
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